En países como Alemania o Reino Unido la inspección de estanterías está plenamente implantada y aceptada por los usuarios de sistemas de almacenaje desde hace muchos años. Someter las estanterías a inspecciones periódicas por un experto competente siguiendo la normativa y legislación vigente es lo normal.

En España las inspecciones técnicas de estanterías son relativamente novedosas. Se puede decir que la publicación en el año 2010 de la Norma UNE EN 15635 “Almacenaje en estanterías metálicas. Aplicación y mantenimiento de equipos de almacenamiento” supuso un impulso importante de concienciación en cuanto a la seguridad de las estanterías. Esta norma es la que recoge el último estado de la técnica y la que especifica cómo se han de realizar las inspecciones de sistemas de almacenaje y de estanterías. Entre otras cosas dice que los sistemas de almacenaje y las estanterías metálicas tienen que someterse a una inspección por un experto al menos 1 vez cada 12 meses.

Hay que tener en cuenta además que las estanterías son equipos de trabajo y que, cómo tales, están regulados por el Real Decreto RD 1215 de 1997 “Disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización de equipos de trabajo”, según el cual las estanterías como equipos de trabajo tienen que ser inspeccionadas de forma regular de acuerdo a las normas técnicas de aplicación y guardando además registros escritos de estas inspecciones que han de estar a disposición de la autoridad laboral.

También cabe destacar la Nota Técnica de Prevención NTP 852 “Almacenamiento en estanterías metálicas” publicada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, que es una referencia imprescindible en cuanto a la seguridad en el almacenamiento en estanterías metálicas.

Por lo tanto, desde el punto de vista legal y normativo se concluye que son necesarias las inspecciones de estanterías. Pero vayamos más allá.

Las estanterías se deterioran con el uso

Lo hacen fundamentalmente por la operativa con equipos de manutención que golpean los elementos estructurales durante las maniobras de carga y descarga de las estanterías. Cómo consecuencia las prestaciones originales (cómo es la capacidad de carga) se ven reducidas incrementándose el riesgo de accidentes, aumentando el peligro para operarios de los almacenes y también para la mercancía almacenada.

Y recordad, el desconocimiento no exime de la responsabilidad. El empresario, la propiedad o el operador de los equipos de almacenaje tienen la obligación y la responsabilidad de velar activamente por la seguridad de sus trabajadores y mantener las estanterías en buen estado de funcionamiento. La seguridad e, incluso, la vida de los trabajadores en nuestros almacenes están en juego y son mucho más importantes que las obligaciones legales y normativas que existen.